En repetidas ocasiones me pasa que en mi
mente viaja. puede disfrutar, pero no saborea la plenitud de este momento. Me quedo sin disfrutar la magia. ¿Y
es que, qué es este momento si no es lo que es? Sin más, lo que tenemos en
frente y sobre lo que actuamos en el día a día.
El día de ayer
me marcó una mamá que decidió educar a sus hijos, de 3 y 2 años, bajo un
sistema llamado Unschooling. Un
nombre bastante llamativo que me despertó
interés suficiente para aceptar la invitación, o la oferta laboral. En realidad
ya no sé si lo hago por gusto o dinero. Porque no me pagan gran cosa y creo que
en estos momentos necesito un poco de espíritu infantil para alimentar mi
creatividad e ingenio.
El punto es que me dirigí a su casa, el día de ayer y
llegué a toparme con una casa que tenía una manera bastante diferente de
funcionar a todas las casas que yo he visitado antes.
La mamá en pantuflas me recibió y me llevó a la sala
donde estaban sus 2 hijos en pijamas.
“Es que hoy es día de leer cuentos, al rato iremos
al parque”.
Al estar platicando con la mamá me confesó que había
recurrido a ese método de enseñanza porque se había dado cuenta de los
chantajes, presiones y vida cuadrada a los que nos vemos sometidos bajo el
método de enseñanza tradicional.
Valiente la señora, ya que esto implica tener que
idear una actividad nueva todos los días para que los niños aprendan algo
nuevo.
El día de mañana la acompañaré a llevarlos al
acuario para que aprendan lecciones acerca de la vida marina.
El día de hoy fui a visitar una Fábrica de Cine en
la que me platicaron acerca de la realización de las diferentes películas y
platiqué con uno de los guionistas que resultó ser amigo de la infancia y
pariente mío de tercer grado. Algo bastante lejano.
Con todo esto retomo la premisa con la que empecé
este escrito. Si no mantienes tu mente enfocada en el aquí y en el ahora todo
te puede pasar como si estuvieras dormida, o como si no estuvieras viviendo
realmente.
Y sí, eso suena bastante cliché “Tu mente enfocada
en el aquí y en el ahora” pero ¿qué es un momento en el que no interactúas y
simplemente te mantienes al margen de un espectador sin “meter de tu cuchara”?
No es un momento realmente vivido.
No importa la cantidad de experiencias que tenga al
día, si no me involucro en ellas simplemente quedo como ajena a ellas, como si
me las estuvieran contando o como si las estuviera viendo en la televisión, a través de un cristal sin
poder ser partícipe de ellas.
Me voy a dormir. Mañana iré con los niños al acuario
y procuraré que aprendan cómo hace el pez globo. Primer paso para involucrarme
más en el momento.
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