martes, 22 de enero de 2019

La magia del momento o el momento de la magia.

En repetidas ocasiones me pasa que en mi mente viaja. puede disfrutar, pero no saborea la plenitud de este momento. Me quedo sin disfrutar la magia. ¿Y es que, qué es este momento si no es lo que es? Sin más, lo que tenemos en frente y sobre lo que actuamos en el día a día.

El día de ayer me marcó una mamá que decidió educar a sus hijos, de 3 y 2 años, bajo un sistema llamado Unschooling. Un nombre bastante llamativo que me despertó interés suficiente para aceptar la invitación, o la oferta laboral. En realidad ya no sé si lo hago por gusto o dinero. Porque no me pagan gran cosa y creo que en estos momentos necesito un poco de espíritu infantil para alimentar mi creatividad e ingenio.
El punto es que me dirigí a su casa, el día de ayer y llegué a toparme con una casa que tenía una manera bastante diferente de funcionar a todas las casas que yo he visitado antes.
La mamá en pantuflas me recibió y me llevó a la sala donde estaban sus 2 hijos en pijamas.
“Es que hoy es día de leer cuentos, al rato iremos al parque”.

Al estar platicando con la mamá me confesó que había recurrido a ese método de enseñanza porque se había dado cuenta de los chantajes, presiones y vida cuadrada a los que nos vemos sometidos bajo el método de enseñanza tradicional.
Valiente la señora, ya que esto implica tener que idear una actividad nueva todos los días para que los niños aprendan algo nuevo.

El día de mañana la acompañaré a llevarlos al acuario para que aprendan lecciones acerca de la vida marina.

El día de hoy fui a visitar una Fábrica de Cine en la que me platicaron acerca de la realización de las diferentes películas y platiqué con uno de los guionistas que resultó ser amigo de la infancia y pariente mío de tercer grado. Algo bastante lejano.

Con todo esto retomo la premisa con la que empecé este escrito. Si no mantienes tu mente enfocada en el aquí y en el ahora todo te puede pasar como si estuvieras dormida, o como si no estuvieras viviendo realmente.

Y sí, eso suena bastante cliché “Tu mente enfocada en el aquí y en el ahora” pero ¿qué es un momento en el que no interactúas y simplemente te mantienes al margen de un espectador sin “meter de tu cuchara”? No es un momento realmente vivido.

No importa la cantidad de experiencias que tenga al día, si no me involucro en ellas simplemente quedo como ajena a ellas, como si me las estuvieran contando o como si las estuviera viendo en la televisión, a través de un cristal sin poder ser partícipe de ellas.


Me voy a dormir. Mañana iré con los niños al acuario y procuraré que aprendan cómo hace el pez globo. Primer paso para involucrarme más en el momento.

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