Esta ha sido una de las enseñanzas
principales que he aprendido platicando con mi maestra de Yoga. Y es que, qué
fácil es enredarme y dejarme llevar por lo que mi mente piensa, y es que mi
mente NUNCA deja de pensar y el chiste está en observarla. Tener el papel de un
observador, presenciar los procesos de mi loca cabeza, SIN JUZGARLA. (la acabo de juzgar)
Simplemente comprendiendo las razones que me llevan a pensar eso pero no
retenerlo ni darle cuerda.
La compasión es un arma que ayuda a
comprender y entender que lo que piensas no lo piensas porque eres mala ni
porque estás llena de errores. Lo piensas sólo porque tus vivencias se
almacenan en tu cabeza y eso es lo que es procesado después.
Quiérete y apapáchate porque eres un gran ser
que proyecta luz y vibras que chocan o son compatibles con otros seres. Busca
todo lo que se identifique contigo y vuela. Aprende de lo que no vibre y aprende a dejar que se te resbale lo que no te hace bien. Pues cada quien trae sus ideas,
metas y pensamientos. Siempre procura que tu yo interno esté presente en todo
lo que haces y no te pierdas. Conéctate contigo. Y conectarás con el mundo que
te rodea. Tú eres esa naturaleza y ese ser que está a tu alrededor. SAT NAM.
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