miércoles, 11 de abril de 2018

Jamiroquai trae la ola digital a la CDMX


La agrupación inglesa caracterizada por que su vocalista, Jay Kay (J.K.) porta, entre sus miles de gorros, un característico penacho de plumas de los indios nativos Iroquois, tuvo un concierto el día de ayer en la CDMX.
El recinto fue la Arena Ciudad de México, cuya capacidad de 16,500 personas fue cubierta con extrema facilidad y fans totalmente entregados.

Con temas como “Automaton”, homónimo de su nuevo álbum que presenta la idea de una ola digital que registra a los seres humanos como Ojos sin cara, Jamiroquai se encargó de prender a los asistentes de este show en el recinto ubicado a pasos del metro Ferrería.

“Shake it on” fue la pieza con la que abrieron la noche los maestros del acid jazz, funk, house y soul. Acompañado de sintetizadores Jay Kay nos deleitó: “I need to find out where I am before I reach the stars, yeah, before I step on Mars” Amo esa frase <3

El vocalista que se presentó con una corona robótica dio un brinco atrás en su trayectoria para entonar “Cosmic Girl” de Travel Without Moving (1996),  prendió a todos con sus bailes en “Canned Heat” de Synkronized (1999), “Little L” y “Main Vein” de A Funky Oddissey (2001) frente a un público diverso de edades, apariencias y vibras. Todos unidos para ver al vaquero espacial.


Tras cantar “Love Foolosophy” hubo un encore gracias a un público insistente que iluminó toda la Arena Ciudad de México con el brillo de celulares. Jay Kay, Toby Smith, Stuart Zender, Nick Van Gelder y Wallis Buchanan  salieron a tocar su exitazo: Virtual Insanity”. Y nos dejó a todos con un sabor digitalizado y una buena vibra por haber presenciado los bailes de Jay Kay, que aunque ya no son los mismos de un inicio, la edad nunca será un impedimento para que dejemos de disfrutar de esa energía que emana.

Las canciones de este sobreviviente a un ataque que casi le quita la vida, están hechas de puro amor y una visión del más allá que sugiere un complemento como humanos más que por religiones. :D Paz y amor, J.K.




Saludos a los visitantes intergalácticos de la cueva.

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