Reflexión #2: ¿Vivimos para trabajar o trabajamos para vivir?

Bueno, el jueves en clase tocamos una gran premisa que cuestiona si:

¿Vivimos para trabajar o trabajamos para vivir?

A veces, y como está el mundo hoy en día yo ya no sé cual es la respuesta a esta pregunta.

Lo que si sé, es que cada persona tiene la libertad y el derecho de ordenar sus prioridades en la vida para vivir de la forma que le plazca. Yo sé que dentro de mis prioridades no está el tener todos los lujos del mundo y vivir sin que me falte ni una sola cosa.

Creo que algo básico y que me resulta primordial para el ser humano es el disfrutar cada cosa que hacemos, porque si no ¿Para qué te matas trabajando todas esas horas sin parar, y sacrificando todo lo que sacrificas día a día?

Pero bueno, siempre está la opción (que es con la que yo me voy aunque sé que no es lo que la mayoría quiere) de vivir con lo básico. (de una manera más austera) Siento que en una sociedad consumista, como en la que vivimos, eso ya está fuera de la jugada.
Ya no lo contemplamos porque ya está dado por hecho que nos vamos a ir por los lujos.

Algo importante y que siempre tienes que tener en mente, es que TÚ decides cómo vivir. Nada está establecido permanentemente.

Esto significa que, si nos ponemos a pensar, podríamos trabajar mucho menos, no necesitaríamos pasar tantas horas en la oficina y luchar por tener tantos lujos.

Claro, eso depende de lo que cada quien quiera para su futuro.

Lo dejo a que cada persona lo piense,

Vivir con lo máximo (lujos, riquezas)                                                    Vivir moderadamente y
y trabajar la mayor parte de tus días                          VS                         disfrutar más de tus días

El lado sensual de la vida

Por Ana Paula Terán

El evento tomó lugar el día de ayer, 25 de septiembre, en Tamaulipas 202, Centro Cultural Bella Época, lugar en el cual nunca había estado así que me dio mucha curiosidad conocerlo, además de que la razón principal fue que fui invitada por mi maestra de la universidad, Mónica Soto Icaza, quien presentaría el libro: Por una vida sexy. Así que era la oportunidad perfecta para introducirme a lo que se conoce como: Novela Erótica.

Noctámbulos era el nombre del ciclo que incluía esta presentación que lanzaba un concepto editorial dedicado al erotismo.
Al iniciar en punto de las 7:00 pm, Mónica Soto apareció diciendo unos versos de los poemas incluidos en sus libros. A continuación presentó a Rubén Gómez Perales, amigo suyo y productor de varios canales de televisión, entre ellos SHE (Sexuality, Health & Entretainment) que toca temas de salud y entretenimiento, desde el punto de vista de distintos especialistas. Gómez Perales llevó la entrevista y se encargó de preguntar a la escritora sobre el tema de sus libros que muchos son novelas antiguas (El Cantar de los Cantares, obras de Sor Juana Inés de la Cruz y Cartas de una monja enamorada) adaptadas a la modernidad y obviamente resaltando su lado sexual. El fin de estos libros es conectar a las personas con sus emociones, y con todo lo que te hace sentir.

Durante los intermedios nos deleitábamos con un relajante saxofón a cargo de Eduardo Escalante, el piano con Humberto García y la soprano Diana Mathes. Interpretaron canciones como Bésame Mucho, Contigo en la distancia y La vie en rose. La verdad es que a pesar de ser un número al cual no estoy acostumbrada a ver, por el dramatismo de la soprano y los altibajos de su voz, creo que encajó perfecto con el concepto del evento que te invitaba a relajarte y a oír música tranquila. El saxofón fue mi favorito pues siempre me ha encantado el sonido de ese instrumento, y acompañado con el piano de Humberto García hacían un muy buen trío.

La entrada libre en el evento fue una de las razones de que estuviera llenísimo pero además Mónica supo llevarnos de la mano contando sus historias, platicando las razones de por qué había escrito cada libro y sacaba uno que otro chiste para traer un poco de picardía al evento.

Al final nos quedamos a brindar y a comer unos bocadillos para festejar.

¿Están de acuerdo o qué?

Pues aquí con esta infografía les dejo mi opinión y recomendaciones de las canciones de este grupo de rock alternativo formado en Manchester, Reino Unido en 1982 liderado por el gran Morrissey.

Todo empezó en el ring...

Daban las 8:30 pm cuando quedé de verme con un grupo de amigos en el metro Cuauhtémoc, parece que sería una noche muy interesante... la Lucha Libre era algo que me llamaba demasiado la atención y que nunca había tenido la oportunidad de presenciar.

En la taquilla cada uno pagó $35 por el boleto de entrada. Afuera estaban los clásicos vendedores de máscaras de luchadores, como el Blue Demon y El Santo, que son los primeros que se me vienen a la mente (y los únicos que me sé yo creo)

Una vez adentro nos sentamos en las últimas filas de La Arena México ubicada en la col. Doctores, que tiene fama de ser peligrosa pero íbamos en un buen grupo.
De pronto escuchamos una voz que salía de las bocinas que resonaban por todo el lugar: ¡Señores, está por empezar la función! ¡Todos listos para la Lucha Libre! (Algo así decía la vocecilla)

Salieron los luchadores y se presentaron, cada uno haciendo algo que lo personificaba o que supiera hacer mejor, o sencillamente lo que quisiera en ese momento.

Las luchas tomaron acción cuando en varias de las peleas, los participantes se aventaban tan fuerte que terminaban cayendo fuera del "ring". En ese momento los aplausos aumentaban de manera notable, y el luchador en cuestión levantaba los brazos festejando su triunfo y volteando al público.

Así siguieron 2 luchas más hasta que llegó la actuación estelar: Michael Corleone vs. los demás luchadores los cuales tienen nombres como los mencionados anteriormente.

Saliendo fuimos a la Pulquería Insurgentes y bailamos un poco con Feo Feo Records, un grupo de Hip Hop Yucateco que me dio muy buena vibra al momento de llegar. Tomamos cerveza y hasta ahí todo...

6 cosas que debes de conocer a la perfección (y seguramente te han sucedido) si eres un peatón

Por Ana Paula Terán L.

Si eres uno más de los que deambulamos por las calles sin dirección alguna (la mayoría del tiempo) y sin un vehículo propio de por medio, seguramente has de saber que hay muchas cosas que pueden suceder de imprevisto antes de llegar a tu destino.

Hay cosas por las que nosotros pasamos que requieren de muchos años de “entrenamiento”, por así decirlo. No cualquiera puede soportar ni tiene la habilidad de sacar el dinero, contarlo, cuidar que no se te caiga la mochila, checar que estés yendo en la dirección correcta, cuidarte de la gente, etc. Para que además de todo eso te subas al camión y este lleno de gente que tengas que empujar y esquivar, soportar codazos, agarrones y algunas veces sale de la boca de un caballero el tss.. mamacita que recibimos todas las mujeres.

Por todo eso y más, es necesario que estés atento y domines estas medidas de precaución (y cosas que debes tener en mente) que te recomiendo ampliamente que sigas para evitar muchos de los líos en los que puedes llegarte a meter:

1. En primera y creo que la principal, al menos la que sucede más a menudo y para mí es de las más importantes. Cuando estás cargando todas tus cosas (mochila, celular, cuaderno, dinero, papas que acabas de comprar) Y encima a alguien se le ocurre hablarte (la mayoría de las veces es para una tontería), entonces tienes que quitarte los audífonos que son lo que hace tu viaje en el transporte público divertido (por no decir más soportable) para lo cual no tienes manos en ese momento. Luego cuando quieres seguir con tu camino y volverte a poner los audífonos es aún más complicado, te dan ganas de pedirle al que está al lado de ti en la parada de camión que te detenga las cosas.

2. Esto también es básico. Debes de tomar en cuenta, que no todo mundo toma la misma ruta que tú para llegar a los lugares. Esto es muy importante, porque si estás tomando ese camión porque pasa por algún lugar que tu recuerdas que te llevaba a tu casa, casa de tu amigo, o a tu tienda favorita, ¡¡¡¡Olvídalo!!!!, en el último momento el camión (o transporte) puede tomar otra ruta y tu plan se fue a la basura.

3. Cuando una vez que te subes al camión, todo va a la perfección, sólo estás esperando que llegue tu parada para apretar ese botón rojo en el tubo metálico para que el camión se detenga y tu puedas bajarte feliz de haber llegado a tu destino.

Claro, pero antes de eso tienes que pasar unas cuantas cuadras más. Sólo son pocas, así que no te preocupas.

El problema es cuando durante esas pocas cuadras se sube una manada de gente, de esas que pocas veces has visto junta.

Total, que cuando llegas a tu parada el camión ya parece transporte de carga. Y para llegar a tocar “ese inalcanzable botón” tienes que pasar por 100 mil obstáculos, ni hablar de cuando se te pasa la parada mientras estás luchando contra toda esa gente.

4.  (Me cansé sólo de haber relatado el tercer punto jaja)

El cuarto habla de cuando no tienes lugar para sentarte. El chofer no dudará en decirte que te sientes en la cubeta (o silloncito, si es que hay) que tiene al lado de él.

5. Siempre pasa que alguien quiere pasar el dinero pero está muy lejos del chofer para dárselo él mismo, entonces no le quedará más opción que dártelo a ti para que se lo pases.

Y en cuanto le hagas el favor a él, los otros 10 que te rodean descubrirán que es una muy buena idea entonces, te lo pasarán a ti también. En ese momento, te habrás convertido en el “achichincle” del chofer.

6.“Maldita hueva, sal de este cuerpo chambeador”, “Las nenas van en la piernas del chofer” o “Las nenas en las piernas del chofer no pagan”, “Prohibido robar, el gobierno no acepta competencia” son algunas de las simpáticas frases que te encontrarás en los camiones.

Estas son algunas de las anécdotas que sobrevivimos y nos sacan una carcajada cada vez que vamos a aventurarnos un día más al transportarnos en la Ciudad de México.

Espero te hayas sentido identificado si lo has vivido antes, y si no tomes tus precauciones para cuando llegue el momento. (Conste que yo te lo advertí)