El evento era de entrada gratuita y había unas filas enormes con gente desesperada por entrar que sólo gritaba: "boletos, boletos" . Una señora me explicó que daban boletos sólo para llevar el conteo de los asistentes . El programa de la noche estuvo a cargo de la dirección del maestro Eliseo Martínez García.
La presentación principal y la más larga, de 34 minutos, fue un concierto para piano y orquesta del pianista ruso Sergei Rachmaninoff y se compuso de 3 partes: Moderato, Adagio Sostenuto y Allegro Scherzando. A cargo del pianista Antonio Manzo, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México saboreamos esos 3 tiempos de intensidad, emoción y goce auditivo.
Previamente habíamos escuchado la obertura de La Urraca Ladrona de Gioacchino Rossini que me enchinó la piel y me preparó para la noche.
Con un breve intermedio Rebeca De Alba fue la encargada de premiar a la orquesta con un reconocimiento por su presentación de la noche haciendo énfasis en el honor de haberse presentado en el Teatro Macedonio Alcalá.
Para cerrar nos deleitó la pieza de 14 minutos, Moldavia de Smetana Bedrich.
Entre fagotes, violas, oboes, violoncellos, contrabajos, clarinetes, timbales, percusiones y más yo agradecía el estar en Oaxaca presenciando tanto arte, tanta belleza que sólo puedo percibir estando en el momento correcto, disfrutando el presente que es un regalo y con los ojos bien abiertos para no distraerme de la esencia y no dejar ir cualquier oportunidad que se me presente en la vida.
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