Polaridades, el peligro que existe en ella y en los definitivos.
Nunca, jamás, siempre, peor, mejor. Son palabras fáciles de usar pero determinantes y que te llevan a autocondenarte, asegurándote que NUNCA hayas echo eso, o Siempre o cualquiera de los mencionados anteriormente.
Los extremos juegan una partida muy determinante en esta vida y es por eso que hay que usarlos con cuidado. Nunca uses con tal ligereza las palabras al grado que no te importe lo que dijiste al final porque quisiste decir otra cosa.
En un mundo tan sensible y tan castigador a la vez el uso de las palabras será lo que nos llenará de paz y nos librará de desacuerdos.
Con lo impecable de las palabras no hay que jugar ni de broma. Uno nunca sabe qué efecto está causando en el otro a la hora de explotar con la verborrea y decir cada clase de barbaridades.
También cabe recalcar que con la verborrea se nos pueden ir un par de sentencias sin haberlas premeditado y eso puede llevar al caos.
Por eso sugiero CALMA. Es difícil, es cansado, es complicado. Pero es lo que se necesita.
La calma ante la acción, la reflexión antes de decir lo que quiero decir. El centro, la escucha, las pausas, la conciencia y el prevención son argumentos útiles ante cualquier discusión o intercambio de ideas.
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