domingo, 8 de octubre de 2017

No me juzgues, porfavor

El miedo a ser conocido por temor a que descubran a tu ser interior, no porque no lo quieras compartir o te avergüence.  Simplemente porque lo quieres todo para ti, lo necesitas todo para ti. No está mal, simplemente hay gente que no merece que le confíes ese interior tan sagrado porque le va a dar mal uso: Los chantajes, reclamos, regaños por ser como eres, quejas, etc. terminan haciendo que te arrepientas de haber abierto tu alma.

Te vuelves a cerrar, a no dejar entrar a nadie a tu espacio tan mágico y entonces sientes ese vacío por dentro que te pide a gritos que dejes entrar a alguien para que aporte algo diferente de lo que conoces.

Te arriesgas y dejas entrar, te vuelves vulnerable, te hieren y así se repite muchas veces.

El egoísmo es lo único que se ha creado debido a estas conductas, y no es un egoísmo destructivo. Simplemente es un egoísmo que te ha enseñado a no querer mostrar tu interior a todas las personas, y aunque sean personas de confianza hay cosas que es mejor no revelar a nadie. Guardarlas para ti, pues al final de cuentas al único que le van a servir y quien las va a saber apreciar mejor eres tú.

Creer más en mí me va a llevar a reforzar mi voluntad y confiar en que el camino que tome va a ser el que YO decida. Aunque otra persona se quiera meter en mi espacio,  eso no va a poder ser si yo no lo permito.

La carencia también es otra cosa que se te refleja, pues crees llegar a quedarte sin nada si lo sacas todo. ESO NO PASARÁ, tú eres mucho más que lo que dices en una plática. La gente no entenderá ni el 10% porque cada quien tiene sus diferentes perspectivas. Tendrían que estar en tus zapatos para entenderte y sólo son pocas las personas que lo lograrán. Mientras, no me juzgues, porfavor.

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