lunes, 31 de diciembre de 2018

Nuevo año: 2019

Acaba el 2018, un año con muchos retos personales y cambios de mentalidad muy fuertes. Un año en el que conocí y me metí al mundo del Yoga y de la meditación. Aprendí bastante del tema y se convirtió en una forma de vida para mí, además gracias a esa actividad retomé una vieja amistad de prepa. Un año que comencé trabajando en una fisioterapia y ayudando a niños con problemas físicos y mentales. Me mudé a vivir con mis hermanos y mi mamá se vino a vivir a Hermosillo, entonces fueron cambios fuertes que requirieron nuevas actitudes y formas de ver la vida.
Este año conseguí mucha paz mental, también la perdí,  fui a entrevistas de trabajo. Trabajé con un amigo en una página de contenido digital, en la que aprendí bastante. Experimenté las relaciones públicas con otro amigo que me propuso conseguirle clientes para sus inicios en la grabación de videos para empresas, músicos, eventos, etc.
Colaboré con Rolling Stone para cubrir el concierto de Vetusta Morla, a quienes también tuve el honor de entrevistar por medio de una llamada telefónica desde España. Después del concierto en El Plaza Condesa terminé contactándolos para una entrevista al día siguiente, con un chavo de San Diego. Estuve detrás de la cámara y probé esa habilidad que no había experimentado.
Itzel Zuñiga me llamó para hacer eventos culturales y ayudarle con la organización del Festival Danzatlán en donde la hice de repartidora de folletos, así que recorrí casi todos los recintos culturales de la CDMX y conocí a mucha gente del medio. Al final la paga fue muy buena y me ayudó a sobrevivir el resto del año, bueno y algunos encarguillos más. Después asistí a la reunión con las difusoras culturales.
Hospedé a una chava de San Francisco en mi casa y la paseé por la CDMX. Por primera vez fui la hostess en Couchsurfing a pesar de haber ido a eventos ya desde hace tiempo.

En este año hice bastantes amigos, incluso en una noche de antro y terminé yendo a cenar con él y la próxima semana ya estaba por mí para ir al Bar Oriente en la Roma.
Retomé el contacto con un niño que conocí el año pasado en Puerto Escondido y terminó siendo una gran compañía estos días en los que me iba a su casa para ir a fiestas y reunirnos a ver películas/oírmúsica en su estudio de grabación.
También me enteré que un gran amigo vive al lado de mi casa en Santa Fé y conviví mucho con él, él me presentó a otro que también se volvió mi gran amigo e íbamos al Parque La Mexicana muy seguido.

También fue un año en el que hice mucho desmadre con la gente que conocía, tratando de alejarla y decidiendo qué era lo que quería para mi futuro. Fue el año en el que me iría EN ENERO a Puerto Escondido a vivir, al final decidí por ir al concierto de Bon Iver en vez de al aeropuerto.

Me compré un cuyo al que llamé Rafiki, me diagnosticaron una enfermedad, luego me lo desdiagnosticaron (kp2) ;/.
Por poco se me olvida que tomé un curso de Introducción a la Música Cinematográfica en la UNAM, así que pasaba mucho tiempo fuera conociendo los rincones de esa gran casa de estudios. Hice una amiga de 69 años y otro de 24 con los que tenía platicas profundas mientras caminábamos al metro. Empecé a escribir un guión de cine gracias a ese curso, lo registré.
Algo que me marcó fue que en este año trabajé en La Jefa, un comedor en Coyoacán gracias a que un día fui a comer y terminé llevándome de 10 con la sra. Guille, quien resultó ser la mamá de Adriana Fonseca y con Martín, el cocinero. Con quien tuve un crush al descubrir la gran persona que es. También exploré sus calles y disfruté de los Viveros de Coyoacán, me inspiraba para escribir.
Jajajaja, no se rían, trabajé dos días en el Capitán Gallo que es un bar donde tocan música local y es bastante underground. Después concluí que no estaba padre pegarme esas friegas en un antro 3 días seguidos y estaba muy lejos de mi casa, cosa que a mi papá no le pareció.

En cuanto a la música quiero hacer énfasis porque es mi pasión, fue un año en el que me fui adentrando mucho al arte. Empecé a tocar mis primeros acordes de guitarra, leí muchos libros entre ellos Los Detectives Salvajes de Roberto Bolaño, me ultra encantó. También un libro que me ayudó mucho; No Seas Codependiente.

En música empecé a oír a Elsa Y Elmar, una cantautora colombiana que me gustó mucho por su frescura y novedad.
Fui al concierto de Jamiroquai quien me atrapó con su penacho y empecé a llenarme de toda su música y discos que ponía todo el día. La fusión en sus ritmos es lo que me cautivó.
Redescubrí a Calle 13 quienes me llegaron mucho y terminé yendo al concierto de Residente, ex integrante del grupo. El Baile de los Pobres se convirtió en mi himno de vida por un tiempo.
Se presentó junto con Kase.O, intergrante de Violadores del Verso, rapero que me gusta bastante tmb.
Descubrí el mundo del rap y me dediqué a buscar mucha música de ese género. Post Malone y 2Pac fueron los más.
Aterciopelados y Natalia Lafourcade ocuparon los primeros lugares de mis listas de artistas más escuchados.

En cuanto a los lugares frecuentados el Paseo de la Reforma se volvió el más. Las hamburguesas Anton’s se volvieron mi spot fav de hamburguesas. También mis largas caminatas me llevaron a diferentes cafés y cines. Volví a reencontrarme con la Roma, colonia a la que ya tenía muy abandonada y donde conocí a varios talentos del arte. Visité los estudios de Telehit.

Fui a registrar la pérdida de mi visa y la volví a sacar después de tanto papeleo.

Intente conquistar a Pablo T sin éxito alguno, ni modo, para la próxima, haha.
 Visité mucho a mi amiga Ana Paula Irurita, que vive al lado de mi casa en Santa Fé y conocí a Josefa su 2ª hija. Conviví con Manuela, que es lo máximo.
Fui al concierto del cantantautor de Panamá, Carreyó con Ricardo, mi amigo de La Mexicana, y terminé en el after de Los Claxons.

Prácticamente ese fue mi año, un año en el que puse a prueba mis ideas para reencontrarme conmigo misma, mandé al carajo todo, lloré porque el “Homeoffice” es desgastante muchas veces, fui al gym para despejarme, al parque, al Centro Comercial Santa Fé.

Terminando mi curso de cine me vine a Hermosillo, el 28 de noviembre para ser exactos. Aquí he estado con mi mamá y mi abuela. He salido mucho con la Cris Lohr, mi prima. En una de las salidas me encontré a Omar, mi excompañero de clase de italiano. Conocí Taza Madero, un café de mi tía Lorena Enriquez, ahí conocí a Jonathan, un amigo con el que jugué ajedrez en el café. Salí con él al cine y a Catedral. Le bajé a mi intensidad y mejor decidí entrar en perspectiva. ¿Qué es lo que quiero? La risa como método de defensa. ¿Estar en paz o dar una buena apariencia?
¿Apariencia o Realidad?

Venga 2019.

martes, 18 de diciembre de 2018

POSADELIC 2018

Cuebátilos... Escribo desde Hermosillo, Sonora.

 Me vine a pasar las vacaciones aquí, y como nunca descuido la música que hay alrededor de mí aproveché que este fin de semana se llevó a cabo el Posadelic 2018, exactamente en el rancho los Tabachines. Una locación en la que nunca había estado pero bastante apropiada para el día.

 El evento contaba con servicio de transporte que salió durante diferentes horarios el sábado 15 de diciembre, desde el Parque La Ruina en Hermosillo. Yo me fui con una prima y amigos que llevaban coche (o carro para entrar en el mood) así que llegamos rápido y nos ahorramos la espera y cargada de maletas. Salimos como a las 4 y las 5 pm ya estábamos ahí.
En el camino nos encontramos con varios letreros que indicaban que íbamos por el camino correcto, es decir por LA VICTORIA. Al llegar lo primero que hicimos fue buscar la zona de Camping para empezar a montar la casa de campaña.
Una vez habiendo instalado sleepings, maletas, almohadas, mochilas y cobijas empezamos a merodear por los stands del festival y a comentar acerca del ambiente que se veía que estaría muy bueno, alrededor de 500 o un poco más eran los asistentes de la noche. Muy buena cifra para ser un evento primerizo de esta índole en Hermosillo.

Proseguimos a la ZONA CHILL para "CHILLEAR" un poco, comer, tomar y platicar, ahí estuvimos viendo como montaban los escenarios y hacían prueba de sonido.
Después empezaron a sonar algunos acordes de las bandas a presentarse: Señor Kino fue una de las que primero nos capturó ya que trae un ritmo bastante fresco/surfero, producido y liderado por Felipe García, cabeza del festival e integrante de los Mud Howlers, mismos que cerrarían la noche. 

Seguidos de SGT PAPERS, CAPTAIN SWAMP, MUSHASHO y SEI STILL quienes dieron rienda suelta a una noche llena de ritmos, bailes y modas psicodélicas.


Entre banda y banda aprovechábamos para pasear por los food trucks e íbamos a comprar cerveza a los stands de Buqui Bichi. Mi espíritu aventurero estaba muy vivo ya que estaba rodeado de naturaleza, en la noche, luna llena y un lugar bastante despejado. Lo que añoraba durante tanto tiempo.
 Las bandas alternaban entre los 2 escenarios que habían y los que podías ver desde una despejada panorámica que te permitía disfrutar de talento mexa junto con bandas de origen texano y de Philadelphia. La cosa es que en el psych y en la música en general no existe edad, nacionalidad ni idioma como barrera. La música une a cualquiera.

Entre una multitud bastante agradable y relajada se paseaban los integrantes de algunas de las bandas del lineup. Yo aproveché para cenar en los intermedios y probé las pizzas de suadero y de chilaquiles, bastante buenas y diferentes ¡Les recomiendo ir a las Pizzas del Perro Negro por la suya! (no me están pagando por esto)

Después me eché un combo por sólo $80 que incluía chocolate caliente con chilaquiles. Delis.

Siguiendo con el festival, una banda que conocí y me gustó mucho es Holy Wave, con sus tonos sesenteros y psicodélicos, onda Pink Floyd en el desierto, amenizaron la noche y relajaron el ambiente con bailes del público (incluyéndome)

Ente los asistentes me encontré a algunos integrantes de Cascabel, grupo originario de la CDMX y que se preparaba para salir al escenario. También me topé con Nate y Norberto Larrinaga.

 Para dar cierre al festival salieron los más esperados de la noche: los Mud Howlers, a quienes alguna vez tuve oportunidad de entrevistar. No fallaron con su show y superaron mis expectativas ya que se lucieron extendiendo las canciones y haciendo improvisaciones, solos y jams acompañados de únicos instrumentos y maravillosos visuales que acompañaban a la perfección. Tocaron mi tema favorito: Dust , lo canté y bailé desde mi lugar.

fotos 1 y 4: FB Posadelic

 Terminado el show me dirigí a nuestro camping y un rato a la fogatilla para echar una platiquita antes de dormir. Acto seguido caí muerta junto con otros 5 cuerpos que se echaron en todas las direcciones dentro de la casa de campaña.
 Al día siguiente desayunamos unos taquitos y emprendimos nuestro camino de regreso a la capital sonorense.

Definitivamente el desierto está haciendo de las suyas y con esta música se luce para cerrar el año, ¿qué mejor escenario los podría haber acompañado para darle un toque country, del viejo oeste? Sólo HERMOSILLO.