El blog de Bátila Cueva. Un blog de música principalmente. En él podrás encontrar recomendaciones culturales, reseñas, entrevistas, reportajes, pensamientos.
TRIPPEANDO.
Con esto de que estamos bien metidos en los dilemas de género, estos nos han hecho que nos identifiquemos más con nuestro sexo, sea femenino o masculino.
Esta película que estaba viendo el otro día protagonizada por la gran Rachel Macadams y el que hace que te mueras de la risa toda la película, Rob Schneider. La gran identificación que tenemos con nuestro cuerpo se muestra en el filme. Al grado de pasar un muy mal rato si nos llegan a cambiar el vehículo que llevamos para transportarnos en esta vida.
Sé que en este caso involucra algo que es más como que uno es hombre y la otra es mujer jaja. Pero, creo que está chido amar siempre el cuerpo que llevemos, sea como sea.
Apreciando , sonriendo, caminando, trabajando, aportando, rodando, platicando. Así es como vivo mi vida. una vida que no volverá a ser, mas que en este momento.
Un chispazo de luz que toma lugar en el aquí y en el ahora. Tiempo sin tiempo. Instantes eternos.
La calma de las montañas, las campanas de las vacas sonando, los perros corriendo y todo está bien. Todo es lo que está sucediendo y ya.
Magia, fantasía, movimiento, delicadeza, ligereza, transición y revolución son algunos de los aspectos que podemos apreciar en esta exposición que fue presentada el pasado 5 de agosto en la Casa de la Cultura de Malinalco. En este municipio mágico en el que todo es posible.
En el que los artistas vienen a deleitarse con un traguito de mezcal, un paseo por las calles llenas de vida y de color.
Por esta ocasión se presentaron las obras de 6 artistas: Ángel Solan, Axa Montero, Gerardo Rivera Kura, Karina Pichardo Yáñez, Mayra León y Miguel Marcelo Hernández, quien creó la pintura que se encuentra en la parte superior y da la bienvenida a la exposición.
Tuve la oportunidad de estar conviviendo con los mencionados en las calles del pueblo, tomamos un traguito de mezcal y después escuchamos a La Barranca, caminamos un poco más mientras nos deleitábamos con las letras de Jose Manuel Aguilera que con su potente voz, honestidad y sencillez nos llevaba más allá de lo que habíamos soñado.
Siempre es bueno tener estas caminatas bohemias con amigos, charlar y descubrir que todos somos los mismos en este mundo tan lleno de variedad pero que al final siempre terminamos encontrándonos con nuestro hermano o hermana, al lado.
Para terminar la velada fuimos a Tlecuili con Eloy que siempre te recibe con los brazos abiertos y una amplia gama de sugerencias en su menú.
Definitivamente Malinalco tiene la magia en cada lugar al que vas y te sorprende con cada rincón que descubres al caminar.